lunes, 16 de junio de 2008

Erwin Krüger (Tomado de Nicaragua Actual)

Erwin Krüger nació en León, en el año de 1915. Su padre fué alemán y su madre nicaragüense. En 1938 recibe un premio por su canción "La sierra de mi tierra".
Le siguen premios con la canción "Monimbó" en 1941 y por la que muchos años más tarde salvó su vida en una calle del barrio al cual había compuesto la canción.

Erwin Krüger integró el renombrado "Trío Monimbó" con su hermano Carlos quien era cantante y el guitarrista Pepe Ramírez. Erwin Krüger fundó el conjunto "Los Alzacuanes" en 1932 y, ese mismo año, el famoso "Trío Xolotlán"; luego "Los Pinoleros" en 1934 y posteriormente el ya referido "Trío Monimbó".

Si bien Camilo Zapata, con el "Caballito chontaleño", había incorporado el son nica a nuestro cancionero culto y los sones de marimba a la guitarra, Krüger descubrió en su canto el paisaje y la tierra, valorándola con amor. De ahí se haya infundido mucha poesía a la letra de sus canciones. Las más celebradas fueron: "Barrio de pescadores", "El sabanero", "El lechero", "El zenzontle", "Mi pueblito" y "Queja india" – quizás la primera canción de protesta de Nicaragua -, aparte de "Monimbó".

Al respecto, Carlos Mántica ha contado que en una visita a ese barrio de Masaya – para asistir a la toma d posesión del "Alcalde de vara"-, deambulaba con Krüger entre los solares, cuando les salió al encuentro un monimboseño machete en mano y muy pasado de tragos. "Me preguntó mi nombre con cierta malacrianza – recuerda – y desde luego, mi nombre no le dijo nada, luego se dirigió a Erwin y cuando le dijo soy Erwin Krüger, se le iluminó la cara y dijo: Elver Griber, el compositor de Monimbó. Se le echó encima, le dio un gran abrazo y le dijo: Hermano, ahora puedo morir en paz y finalmente le tomó las manos y se las besó".

Mántica opina que es en "Barrio de pescadores" donde Krüger mejor recoge y conserva el paisaje, pero no se agota allí su pincel de acuarelista. Hay estrofas que superan a las de la canción anterior, pertenecientes a sus composiciones "Luna en el estereo", "Estampa serrana" y Mi pueblito", escritas en México, donde vivió varios años trabajando para la radio emisora YNOW. Asimismo, su labor de reivindicación musical fue tan profunda y acentrada que la realizó en no menos de 14 países, conquistando aplausos y premios en festivales internacionales: los de Manizales, Colombia, Miami, República Dominicana y en diversas representaciones en cada uno de los países de Centroamérica. Fue también, con Carlos Mántica, el coproducto del Primer Festival Folklórico Nicaragüense.

En esa dirección, Krüger realizó otra labor: la de musicólogo, rescatando del campo y repopularizándolas – a través de sus conjuntos y del disco – canciones folklóricas como "Palomita guasiruca", "La canción del garrobo" y "Doña sapa". Pero este bohemio responsable y alegre, trabajador y forjador de un hogar modelo, tuvo un encuentro definitivo con Cristo el 14 de septiembre de 1965, sin modificar su alegría y picardía connaturales. Nicaragua Hoy

"Para quienes lo conocimos de cerca y a fondo –ha escrito Mántica-, Erwin es uno de esos personajes que marca, que deja huella, porque contagiaba a los demás con su propio ser... Sabía que amaba lo que hacía y hacía lo que quería. Difícilmente se puede tener más éxito que esto. No le conocí enemigos, nunca alimentó rencores, no lo envaneció la fama, no le esclavizó el dinero y nunca lo venció el dolor. En su compañía se igualaban ricos y pobres que con igual ilusión buscaban su amistad, le hicieron círculos teólogos y artistas, sabios e ignorantes, santos y pecadores".

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